Youtuber: ¿Ser o no ser?

Cada vez que trabajo con un nuevo grupo de alumnos le pregunto por sus conocimientos de informática. En los últimos años lo habitual es que se levanten varias manos y, con impaciencia, me respondan: yo soy YouTuber. Hasta hace relativamente poco mi réplica autómática era una mirada escéptica, una medio sonrisa y un tajante gesto de cabeza, de esos que sentencian con un «ya, ya, chaval, tú sigue así». Pero este curso algo ha cambiado. Y sabes qué. Pues que ahora yo también soy un YouTuber.

Cómo ser un youtuber

Fuente: planetminecraft.com

¿Y eso qué es?

Navegando por la red de redes he encontrado bastantes definiciones, aunque todas ellas se resumen en el siguiente decálogo para reconocer a un verdadero YouTuber. Un YouTuber es:

  • Una persona que graba videos y los suben al portal web de youtube.
  • Normalmente suben videos enfocados en los intereses de jóvenes.
  • Los videos suelen ser de producción propia.
  • Comparte vídeos atractivos para el usuario en los que se le ve haciendo algún tipo de actividad concreta
  • Son “Influencers” ya que con sus vídeos tienen la capacidad de movilizar y crear reacciones.

Ahora que he decidido ser un YouTuber te explicaré cómo he llegade a serlo y por qué. La idea no es nueva, ya existen una cantidad infinita de canales que explican cuestiones acerca Geografía e Historia. Sin embargo, ninguno de estos canales alcanza la consideración de YouTuber, pues la mayoría de ellos están realizados por un equipo de profesionales y están a años luz de ser una producción propia. Para ser YouTuber se necesita un poco de frescura, algo de gracia y una pizca de conocimientos informáticos. Precisamente eso es lo que consigue Carlos González en su canal:

El efecto de mi conversión a YouTuber ha sido inmediato. Las reacciones más interesantes son las que ofrecen los alumnos. Algunos se acercan a comentar el vídeo, hay otros que me han dado una palmadita en la espalda y las risas, sobre todo, risas de complicidad. De lejos podría comentarte también las interacciones en las redes, que no hay prque minimizar.

Ser YouTuber cambia el canal de comunicación entre el profesor y el alumnado y cambia porque, de repente, el profesor se expresa en el mismo lenguaje que los alumnos. No se trata de rebajar el nivel académico de la explicaciones, sino más bien el medio de presentación de estos conocimientos. Sin duda tiene que ver con utilizar el modo de comunicación digital actual en el que están creciendo nuestro alumnos y que integra vídeos, gif, temazos, memes y toda serie modas digitales en las que también todos nosotros estamos inmersos. Esto lo sabe muy bien Jose Antonio Lucero, quien ha conseguido, entre muchas otras cosas, hacer una parodia de «Pen Pinapple Apple Pem». Por cierto, a mí me parece muy divertida

 Ya tenemos al profesor convertido en YouTuber. El proceso de transformación para llegar a serlo es relativamente fácil. En mi caso parte del aburrimiento, entendiendo éste no como una sensación de fastidio, sino como un primer aliciente para cambiar las cosas. Repetir año tras año las mismas lecciones de Geografía de España, por poner un ejemplo, me llevó a buscar alternativas que fueran más atractivas. Topé con los vídeos. 

En principio mi idea era hacer un vídeo y grabar en él los contenidos básico. Pero me encontré con el trabajo de Carlos y Jose Antonio y decidí cambiar de estrategia. La idea mejoraba introduciéndolo un par de gags, gif y memes. Actualmente, con la cantidad de programas y aplicaciones para editar vídeos es bastante sencillo enriquecer una grabación sin ser un experto en el tema. De hecho, yo no lo soy, pero mira donde hasta donde se puede llegar en un primer intento.

Pero no todo son ventaja. Ya he dicho que para mí la fundamental es cambio que se produce en la relación con los alumnos. La mayor desventaja es el tiempo que se invierte a la hora de crear un vídeo: tomas falsas, edición, búsqueda de material, etc. Por eso admiro tanto a todos los profesores que lo hacen y les deseo una larga vida. Porque tampoco tengo claro la vida útil de este material. Y no lo digo por los propios YouTubers, o TeacherTubers, que es como se llama en la jerga a los profesores que utilizan este canal de comunicación y que han llegado para quedarse. La infinita velocidad de internet hace que las aplicaciones y herramientas que se utilizan fluctuen constantemente y nos obliga a los ususarios a corres tras ellas y, muchas veces, antes de alcanzarlas ya están obsoletas. Pienso por ejemplo en aplicaciones como HotPotatoes, Flash, PowerPoint.

Hace poco una conversación en twitter me hizo reflexionar sobre este aspecto de la red de redes

Pero si eso ocurre con los programas y aplicaciones informáticas ni te cuento con los proyectos basados en videojuegos de modas. ¿Alguien se acuerda de ese profesor de física que utilizaba los Angry Bird para sus clases de física? ¿Alguien recuerda que cómo se jugaba a los Angry Bird?

Angry Bird

Fuente: Webadictos.com

O con proyectos basados en memes ¿Qué vida útil tendrá la parodia de «Pen Pinapple Apple Pem» de Jose Antonio Lucero sobre el feudalismo medieval? ¿Si utilizo un viral sobre los tópicos de mi tierra para presentar proyecto sobre la geografía andaluza cúanto tiempo tengo ante de que pase de moda? ¿Cuando pase de moda seguirá teniendo el mismo efecto?

Terminando que es gerundio. No sé que será de mi aventura en YouTube. No puedo afirmar si mi transformación en YouTuber es un simplemente un guiño a mis compañeros o realmente se agregarça a mi mochila de docente, y produciré vídeos a cascoporro hasta que me haga famoso y mi cuenta reviente de seguidores y me dedique a dar conferencias por el mundo. La cuestión es que ser YouTuber implica entender una nueva forma de comunicación en la que todos estamos inmersos, supone muchas  horas de trabajo, por lo que elogio a los que hayan dado el salto, y la recompensa es inmediata, sobre todo si la buscamos donde realmente está, en nuestras clases y con nuestros alumnos, y no más allá del arco iris, pues el mundo de internet es inmenso y está lleno de caza recompensas.

Un saludo. Jesús

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